Y el pesar sigue manando por dentro,
va destilando un dolor gris,
día a día, día a día,
recuerdo a recuerdo.
Gotas de luto y lágrimas de mar
caen sobre las heridas abiertas.
Era el sonido del agua de mi corazón
el que pasaba a tu lado y tú dormías.
Te tendía la mano
Dame la mano, te decía.
Me acerqué y te oí suspirar :
Déjame mirar las noches
y sus bordados de flores,
déjamelas mirar.
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