Te diría cualquier nombre, Lara, Paloma...
Da igual. Tu voz límpia llega
de un mundo con ecos
pintados de flores rosa.
Me acerqué a buscar tus labios.
Encontré cerradas las puertas de tus rizos negros.
Ellos me llevaron a calle vacías,
con crujidos que me recordaban
a las risas de los nombres de aquellas mujeres
en las noches desgastadas, falsas.
(LAfrontera)
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