Intento llenar de amor todos los silencios.
Pero los silencios sólo desgarran mis noches.
Las noches gimen en mis ojos sin raíces.
El espanto me habla de tinieblas bondadosas,
de labios rojos que preguntan
por todos mis amores callados.
El aliento de los espejos me mira
y sonríe desde el fondo del brillo de los metales.
El no saber nada de tu piel
me inyecta miles de años,
de vientos secos sobre los hombros.
Iré a ver los hermosos laberintos
embriagados del ácido licor
de las sombras de los enamorados.
El amor ya no debe dañarnos tanto, ten en cuenta que un elevado tanto por ciento es química, el sentimiento nos lo provoca el desarraigo y el ver que dan la espalda pero no por eso cambiaría tu estado, necesitas sufrir para crear, ya lo hemos hablado. Un beso.
ResponderEliminarTienes razón,pero el amor y el dolor siempre permanecen frescos,lozanos;con el filo alegremente dispuesto para llegar hasta el fondo.
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